Viernes 9 de marzo de 2012/ Redacción: Fernando Ríos/ Visión Siete Internacional
La llegada del presidente Juan Manuel Santos a Cuba es toda una noticia en sí misma. No sólo porque pasaron 12 años desde que en 1999 Andrés Pastrana realizó la última visita oficial de un mandatario colombiano a la isla, sino porque también ofrece nuevas muestras del pragmatismo del actual presidente a la hora de desandar los caminos trazados por su antecesor Álvaro Uribe. Por eso, si bien la reciente gestión de Santos admite variadas lecturas, fue evidente su voluntad por destrabar sin intermediarios el conflicto regional que le provocaba, como anfitrión, no integrar a Cuba a la Cumbre de las Américas del 14 y 15 de abril de 2012 en Cartagena de Indias. Máxime luego del planteo de los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, conocida por sus siglas de ALBA, que amenazaron con no concurrir si se ignoraba al gobierno de la isla.
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