sábado, 28 de abril de 2012

Nuevo reclamo en la OMC contra Argentina

Barreras al comercio / Duro reclamo ante la OMC

Nueva queja de 42 países por las trabas a las importaciones

Por segunda vez en un mes pidieron a la Argentina que cambie su política "proteccionista"
Por Luisa Corradini  | LA NACION
PARIS.- Por segunda vez en un mes, la Argentina volvió a desafiar ayer a 42 países miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que le reclaman modificar su actual política de importación , calificada de "proteccionista". La negativa del gobierno de Cristina Kirchner a explicar "en detalle y por escrito" por qué cree -como afirma Buenos Aires- que las trabas impuestas a las importaciones respetan la reglamentación de la organización internacional, irritan a sus socios y colocan al país un poco más cerca de un proceso de sanciones.
"Por el momento no hay nada oficial en ese sentido. Extraoficialmente, Estados Unidos podría estar analizando la posibilidad", reconoció una fuente de la OMC.
El nuevo reclamo oficial contra la Argentina se realizó ayer en Ginebra, durante la reunión del Comité de Licencias a la Importación de la OMC, cuerpo encargado de analizar las quejas contra excesos en el uso de licencias no automáticas y otro tipo de trabas comerciales.
Como sucedió el 30 de marzo pasado, durante la reunión del Consejo de Mercancías, el país recibió enérgicas quejas de los representantes de Estados Unidos, Australia, Colombia, Costa Rica, Israel, Japón, Corea del Sur, Nueva Zelanda, Noruega, Panamá, Perú, Suiza, Taiwan, Tailandia y Turquía más los 27 miembros de la Unión Europea (UE). En una declaración conjunta, los 42 países conminaron a la Argentina a "explicar en detalle y por escrito" por qué insiste en afirmar que su política actual de importaciones no viola los reglamentos de la OMC.
Los asistentes expusieron nuevamente las graves consecuencias económicas que provoca en sus respectivas economías la política informal de "equilibrio comercial" adoptada por Argentina, y criticaron los plazos excesivos establecidos por el Gobierno para otorgar licencias no automáticas de importación. "Ese proceso puede tomar mucho más de los 30 a 60 días fijados por el artículo 3 del reglamento sobre Licencias de Importación de la OMC", precisó el representante de una delegación. "En realidad -agregó- prácticamente todos los productos de importación están sometidos a licencias no automáticas. Un proceso francamente extenuante para nuestros exportadores."
Ese proceso de adjudicación de licencias es, a juicio de los 42 países denunciantes, mucho más complicado de lo necesario y viola otros acuerdos existentes en materia de comercio, medidas de sanidad y de fitosanidad, así como el Acuerdo General sobre Tarifas y Comercio.
Las delegaciones señalaron por último que, en su calidad de miembro del G-20, la Argentina contradice con su política las enérgicas declaraciones antiproteccionistas expresadas por ese grupo, que representa a las 20 economías más dinámicas del planeta. Al margen de la reunión, la denuncia fue explicada por algunos diplomáticos como una razón suplementaria que agrava el comprometido futuro que tiene el país en ese prestigioso foro internacional.
La Argentina fue intransigente en su respuesta: la ministra de la misión permanente ante Naciones Unidas en Ginebra, Miriam Pérez Chávez, se negó "a repetir los argumentos" que presentó el país ante el Consejo de Mercancías hace un mes. La funcionaria describió en detalle, sin embargo, cómo los importadores pueden solicitar ?fácilmente" las licencias por Internet. Según Buenos Aires, el sitio creado para tales efectos es simple. Sus socios comerciales creen lo contrario.
Desechando las críticas sobre la actitud paradójica del país con respecto a los principios del G-20, Pérez Chávez dijo que "las declaraciones realizadas fuera del marco de la OMC -es decir en el G-20- no deberían ser evocadas en el recinto de la organización del comercio".
El 28 de marzo, la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería argentina, Cecilia Nahón -quien viajó especialmente de Buenos Aires para defender la posición oficial-, había afirmado que las medidas tomadas por el gobierno eran "compatibles con la reglamentación de la OMC". Prueba de ello -argumentó- era el 30% de incremento de las importaciones en 2011, "el mayor aumento experimentado por un país del G-20".
Entonces, Nahón defendió el derecho de la Argentina a utilizar licencias no automáticas a fin de "promover el desarrollo económico" en una situación de crisis internacional y acusó a los países desarrollados de restringir el comercio mediante subsidios y altas tarifas aplicadas a gran cantidad de productos. No pasó inadvertida en la reunión de ayer la ausencia de representantes del equipo gubernamental e incluso de Alberto D'Alotto, embajador argentino ante la OMC. Algunos consultados interpretaron la presencia de Pérez Chávez como un mensaje de que a la Cancillería, que conduce Héctor Timerman, y al país mismo no les interesa el tema.
"¿Qué puede pasar? En el marco del Comité de Licencias, la única opción es seguir hablando. El Comité no tiene poder para forzar un cambio de actitud de Buenos Aires", dijo una fuente europea. Esta no es, en efecto, la primera vez que el país es objeto de quejas en ese recinto. Los primeros reclamos fueron presentados en la reunión del 14 de octubre de 2011.
Si los socios comerciales de la Argentina quieren tomar otras medidas deben recurrir al Organo de Solución de Diferencias (OSD). Comienza allí un largo proceso que puede durar casi tres años al cabo del cual, si el país sigue violando las normas de la OMC, sus acusadores pueden solicitar la aplicación de sanciones.
"Como en el fútbol, la Argentina juega en esto a patear la pelota afuera tantas veces como sea necesario. Sabe que el tiempo está a su favor", lamentó una fuente europea.

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