miércoles, 9 de mayo de 2012

A la búsqueda de inversores de EEUU para YPF?


La petrolera estatal / Presentación del Gobierno en un foro internacional

En Washington, Boudou llamó a invertir en la nueva YPF

Prometió que la empresa estará "abierta" al ingreso de capitales nacionales y extranjeros
Por Silvia Pisani  | LA NACION

Washington.- Tres semanas después de anunciar la expropiación del 51 por ciento del paquete accionario de la española Repsol, el gobierno de Cristina Kirchner lanzó en Washington un llamado formal a invertir en "una nueva YPF, con conducción estatal y abierta a la inversión extranjera y privada".
Lo hizo como parte de una convocatoria más amplia a interesarse "sin ideologías y con los números de la economía en la mano" por una Argentina que "mira el futuro con mucho optimismo", pese a que sus políticas sean "estigmatizadas o ridiculizadas sin razón" desde los centros de poder internacional.
Ese fue el llamado que hizo el vicepresidente Amado Boudou, al exponer ante la Conferencia de las Américas, una de las principales citas en esta ciudad para empresarios, políticos y académicos de la región.
En su primera intervención en esta ciudad como vicepresidente, Boudou aceptó que el Gobierno debe "trabajar sobre la reputación" a partir de las "transformaciones" que ha hecho, entre las que situó la expropiación de Repsol. Fue éste también su primer viaje al exterior desde que la justicia federal lo investiga por lavado de dinero y funciones incompatibles como parte del caso Ciccone.
Poco antes de que le tocara exponer, habló el titular de la Cámara de Representantes. El republicano John Bohener no identificó a ningún país en una alocución que, sin embargo, calzaba a medida con lo que aquí se le reclama a la Argentina. Urgió a que "todos los países del continente cumplan con sus obligaciones y respeten las normas internacionales", un requerimiento que incluye -dijo- el "pago de deudas a tenedores de bonos, el cumplimiento de compromisos legales y de decisiones de árbitros internacionales, así como el respeto a la propiedad privada".
A diferencia de lo que ocurrió con otros expositores, no hubo mucho espacio para preguntas cuando llegó el turno de Boudou. La presidenta del Consejo para las Américas, Susan Segal, apenas habilitó a dos oradores. El primero de ellos, un empresario neoyorquino ligado a la actividad petrolera, abrió el fuego. "Usted habla de invertir en YPF. Pero ¿en qué parte? ¿En el 49 por ciento que queda o en el 51 por ciento que era de Repsol y que estará durante años en litigio?", preguntó. El segundo orador habilitado preguntó por las condiciones para la prensa (ver aparte).

Con Manzano bien cerca

Había, sobre todo, empresarios, analistas de inversión y diplomáticos entre las cerca de 200 personas que escuchaban. Entre ellos, representantes de la minera Barrick Gold y de las petroleras Exxon Mobil y Chevron, así como de varios centros especializados en hidrocarburos, junto a integrantes de laboratorios medicinales y empresas tecnológicas.
Sorprendió ver en las primeras filas al ex ministro menemista José Luis Manzano, ahora empresario de medios y que tiene inversiones petroleras. Otro ex funcionario de aquel gobierno que se mostró en la reunión fue Jorge Pereyra de Olazábal, titular de la Ucedé, el partido con el que supo simpatizar Boudou.
En la noche del lunes, Boudou había cenado con un reducido grupo de integrantes del Council of Americas, la entidad fundada por David Rockefeller. Su única actividad pública fue la exposición de ayer y un fugaz paso por el cóctel de apertura, en la tarde anterior. El resto de la agenda de las 24 horas que pasó aquí permaneció en reserva. Entre otras definiciones, Boudou reconoció que el Gobierno "aún intenta llegar a un acuerdo" con el Club de París y ratificó que la Cancillería "trabaja" en la respuesta a la queja por comercio desleal que presentaron más de 40 países.
Pero fue la cuestión de YPF la que se llevó más tiempo. Dijo que, lejos de ahuyentar la inversión, el Gobierno dio pasos para presentar "excelentes expectativas para aquellos que quieran invertir". Y llamó a considerar esa posibilidad, sobre todo mediante joint ventures.
Defendió la expropiación con la idea de que la empresa era un "cóctel explosivo" que estaba "mucho más orientada a la mesa de dinero que a la de los geólogos e ingenieros". Se manifestó también "sorprendido" por la intervención del gobierno español, ya que -dijo- éste es un asunto entre el gobierno argentino y una empresa que "no es totalmente española".
Reconoció, sin embargo, la necesidad de "trabajar muy duro para discutir y solucionar lo que vaya surgiendo lo más rápido posible".
Boudou, que anoche regresó a Buenos Aires, estuvo acompañado por el embajador Jorge Argüello. Dentro de cuatro semanas hablará en Nueva York la Presidenta, en lo que parece una estrategia de exposición de la política del Gobierno.

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