viernes, 20 de mayo de 2016

"La política exterior de Brasil tras el golpe de Temer"

Por CLARANANDA BARREIRA*
Cuadernos de Coyuntura 

Los intereses del gobierno de facto en torno al petróleo brasileño. El papel del nuevo canciller, Serra, con nexos con las petroleras norteamericanas. El peligro: que Brasil pase de articular la región y los emergentes a ser un ariete más en una estrategia planificada fuera de América Latina.
13245276_10208307563859975_3483808342235327363_nHoras después de que los senadores aprobaran el inicio del juicio político contra Dilma Rousseff, Michel Temer ofreció su primer discurso. Expresó algunas palabras de ocasión y describió su futuro gabinete, con el que pretende gobernar, en principio, los próximos 180 días. Son 22 hombres blancos los que acompañarán al flamante presidente; seis del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) -la misma cantidad que tuvo durante el último gabinete de Dilma- y siete acusados en la operación Lava Jato. Además, el Ministro de Justicia y Ciudadanía es nada menos que el ex Secretario de Seguridad de Geraldo Alckmin -gobernador de São Paulo-, que está acusado por actos de violencia en la Corte Interamericana de DDHH; y el de Agricultura, el principal exportador de soja del país, Blaito Maggi.
Una mención aparte merece el flamante ministro de Relaciones Exteriores, José Serra. Gobernador del Estado de São Paulo, fue dos veces candidato presidencial por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) -derrotado en ambas ocasiones por Lula–. Como Senador, fue el autor del proyecto de apertura del Presal, que permitía la incorporación de nuevas empresas extranjeras al proceso de exploración de petróleo. El plan rompe directamente con la noción nacional-desarrollista que el Partido de los Trabajadores (PT) pretendió darle a ese nuevo yacimiento.
Una mención aparte merece el flamante ministro de Relaciones Exteriores, José Serra (…) Como Senador, fue el autor del proyecto de apertura del Presal, que permitía la incorporación de nuevas empresas extranjeras al proceso de exploración de petróleo. El plan rompe directamente con la noción nacional-desarrollista que el Partido de los Trabajadores (PT) pretendió darle a ese nuevo yacimiento.
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El Presal fue descubierto en 2010 y es uno de los hallazgos más importantes de la década. Hoy tiene una media de producción de 800 mil barriles por día. El proyecto de Serra, que exime a Petrobras como la única posible explotadora, se aprobó en el  Senado y ahora tiene que ser aprobado en la Cámara de Diputados. En una reciente licitación los ganadores fueron capitales brasileños (Petrobras), chinos (CNPC y CNOOC), anglo-holandeses (Shell) y franceses (Total). Ninguno de ellos estadounidense. Hoy, con Serra como canciller, es probable que no sólo se incorporen más capitales extranjeros, sino que fundamentalmente se articule con empresas norteamericanas (es conocido su vínculo con Chevron, divulgado por los cables filtrados de Wikileaks).
Hoy, con Serra como canciller, es probable que no sólo se incorporen más capitales extranjeros, sino que fundamentalmente articule con empresas norteamericanas (es conocido su vínculo con Chevron, divulgado por los cables filtrados de Wikileaks).
Con la realización del golpe blando, parlamentario y jurídico, la derecha brasileña presenta su propio proyecto de país. Éste se condensa en un documento que fue hecho público apenas después de la votación del pasado 17 de abril en la Cámara de Diputados. Se trata del programa de gobierno “Uma ponte para o Futuro”, aquel que postula las líneas estratégicas del gobierno de Temer. Este “programa de gobierno” fue construido a través del parlamento, antes del golpe, con un proyecto de ley complementario (PLC 30/2015), que libera la tercerización. Presenta, también, una enmienda constitucional (PEC 43/2015) que establece la autonomía del Banco Central y el Proyecto de Ley del Senado (PLS 555/2015), que instituye la “ley de responsabilidad de los Estados” y que puede inducir a la privatización de todas las empresas estatales.
Con la propuesta de las privatizaciones y las tercerizaciones, junto con la de la flexibilización de las leyes laborales, se crea una tríada de oportunidades para que las multinacionales se instalen en el país. Se afirma en el proyecto que con la apertura comercial se volverá más competitivo al sector productivo. Eso significaría exonerarlos de impuestos, disminuir el valor de la mano de obra y no valorizar el salario mínimo. Al mismo tiempo, queda claro que la quita de impuestos a las exportaciones pretende fortalecer a los agronegocios, planteando la reprimarización de la economía.
Con la propuesta de las privatizaciones y las tercerizaciones, junto con la de la flexibilización de las leyes laborales, se crea una tríada de oportunidades para que las multinacionales se instalen en el país. Se afirma en el texto, que con la apertura comercial se volverá más competitivo al sector productivo. Eso significaría exonerarlos de impuestos, disminuir el valor de la mano de obra y no valorizar el salario mínimo.
Brazil Political CrisisSobre comercio exterior, el documento afirma que concretará la inserción plena de la economía brasileña en el comercio internacional, buscando alianzas con Estados Unidos, la Unión Europea y Asia, “con o sin compañía del Mercosur”. A su vez, puntualiza las prioridades: “El estado debe cooperar con el sector privado en la apertura de mercados externos, buscando con sinceridad el mayor número posible de alianzas regionales que incluyan, además de la reducción de tarifas y la convergencia de normas, que están siendo discutidas y negociadas en Asia y el Atlántico Norte”.
Observando los trece años de gobierno del PT, es posible entender hacia dónde irá el gobierno de Michel Temer. Fue a partir del Mercosur que Hugo Chávez y Lula Da Silva comenzaron a pensar una nueva relación entre los países da América Latina, pues ahí se concentraba la mayoría de los gobiernos progresistas. Sin embargo, al margen de los avances del Mercosur, fue necesario un espacio más amplio que reuniese a los demás países. Así, se crearon primero la UNASUR y luego, la CELAC (Comunidad de Estados Latino Americanos y Caribeños), una herramienta de diálogo de la región. En 2009 nacieron los BRICS, un gran articulador político, con una agenda propia en el convulsionado escenario internacional.
En cuanto al proyecto del nuevo gobierno de Temer, además del hecho no menor  que supone el golpe en Brasil para la democracia en toda la región, estas políticas alterarán el rol de Brasil en el mundo: pasará de articular bloques regionales a un simple comerciante, un ariete en una política exterior diseñada fuera de América Latina.

*Cientista social, Universidade do Vale do Rio dos Sinos (UNISINOS)

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