miércoles, 31 de agosto de 2016

Pelea por la Secretaría General de la ONU: Malcorra suspendió la conferencia de prensa de ayer. Crecen las especulaciones sobre su futuro. Críticas de diplomáticos, que hablan de "parálisis" en la Cancillería. Una nueva interna en Cambiemos?

Malcorra estuvo ayer con Prat-Gay y dirigentes de la UCR

Malcorra se reunión ayer con Prat Gay y radicales

Malcorra sigue en su pelea por la ONU, a pesar de las críticas

La canciller, que salió quinta en la votación de anteayer por la secretaría general, resiste las objeciones internas
LA NACION

En el piso 13 de la Cancillería se respira un aire de optimismo y tranquilidad. Entendible: allí está el despacho de Susana Malcorra, y la lectura que se hace de su carrera hacia la Secretaría General de las Naciones Unidas contrasta notablemente con el pesimismo que emana de buena parte del Palacio San Martín y de algunos despachos de la Casa Rosada.
En el Gobierno esperaban anteayer un mejor resultado en la tercera votación del Consejo de Seguridad de la ONU, que debe definir el sucesor de Ban Ki-moon. Malcorra quedó en quinto lugar. Es decir, descendió dos puestos de la segunda votación, aunque no quedó en el octavo lugar, como en el primer sondeo que se hizo y donde compiten 10 candidatos. El portugués Antonio Guterres se posicionó, una vez más, como líder en esta carrera.
Ayer, la canciller se reunió temprano con dirigentes de la UCR y luego canceló una conferencia de prensa que había anunciado para la tarde por "un estado gripal", según dijo su vocero. Enseguida llovieron especulaciones alrededor de esa decisión. ¿Se bajará de su candidatura para la ONU? ¿Empezará a ocuparse del palacio? ¿Dejará su cargo si pierde?
Nada de ello. Los allegados a Malcorra aseguran que la canciller está de buen ánimo y más firme que nunca. Reiteran que seguirá en pie hasta el tramo final de la pelea por la cúspide de las Naciones Unidas. Esto es, el paso de dos elecciones más hasta que, en octubre, se defina el nombre definitivo del nuevo secretario general de la ONU. Allí, el candidato elegido no puede tener ni siquiera un veto de los 15 países que votan.
"Se trata de un largo y complejo camino. Hay que ser pacientes, ya que aún no se jugó el voto fuerte, que es cuando se definen los vetos", dijo a LA NACION un allegado a Malcorra. Un diplomático que conoce de los entretelones de la ONU destacó: "Es un juego doble, donde quien queda segundo es derribado en la siguiente jugada. Hay que esperar porque el escenario es muy cambiante".
Malcorra dijo que la carrera hacia la ONU depende de "votos tácticos". Es que detrás de cada sufragio se pone en juego la estrategia diplomática de todo un país, y los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (Reino Unido, China, Rusia, Francia y Estados Unidos) tendrán mayor peso en las definiciones.

Puja interna

En la Casa Rosada hay posturas contrapuestas sobre la situación de Malcorra. Un sector de la Jefatura de Gabinete y del Ministerio de Defensa avala la pelea que está dando Malcorra por llegar a la ONU. Creen que, por más que finalmente no gane, habrá sido un logro que un funcionario de Macri se encuentre entre los 10 diplomáticos reconocidos por el mundo. En cambio, hay otros sectores del Gobierno, como los ministerios de Hacienda y de Seguridad, que entienden que Malcorra llegará muy desgastada al final.
Puertas adentro de la Cancillería, con la excepción obvia del piso 13, la mayoría opina que Malcorra tiene pocas chances de ganar en la ONU y que esta pulseada le costó desatender el ministerio.
"La situación de la canciller en la ONU es complicada y la situación de la Cancillería es peor aún", dijo un destacado funcionario del Palacio San Martín. Se refería a los ascensos postergados, el nombramiento de directores de área que no se confirmaron y los traslados frenados por una indefinición de Malcorra.
Para abonar esta teoría del "abandono", un diplomático remarcó que recién esta semana se girarán al Senado los ascensos a embajadores extraordinarios de siete funcionarios. Según supo LA NACION, ya se completó el listado con 24 nombres de ascensos para ministros de primera clase y 38 de segunda clase. Este listado está demorado desde diciembre por el recambio de gobierno y recién ahora fue aprobado por la canciller.
Hay varias direcciones internas de la Cancillería que carecen de un director nombrado oficialmente. Y diplomáticos que están varados en el exterior porque no se les aprobó el traslado. Todas las miradas de estos males apuntan a Malcorra.
Los allegados a la canciller desechan de plano que haya una parálisis en el Palacio San Martín. "En tal caso -aseguran- cualquier queja deberán llevarla al Presidente, quien sostiene a rajatabla la candidatura de Malcorra para la ONU y apoya todo lo que hace por la Argentina desde la Cancillería para cambiar la imagen del país."

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